
En la historia de la Argentina han existido situaciones en las cuales los fondos de depósitos en cuenta corriente, caja de ahorro, plazos fijos, etc. fueron administrados por los bancos privados y los bancos del Estado. O los bancos privados realizaron las operaciones por cuenta y orden del Estado.
Desde el nacimiento de los bancos en la Argentina y posterior a la financiación del Erario público inicial sin una organización desde 1810, se utilizo pagarés firmados y avalados por los ganaderos argentinos para cubrir los gastos del Estado nacional incipiente. Esta situación surgió debido a que no existía un sistema rentístico nacional. Posteriormente, se crea el sistema rentístico nacional basado esencialmente mediante el producido de Aduanas. Con el tiempo se empezaron a crear impuesto internos nacionales que surgían de la actividad interna de la economía nacional. Durante años se uso el patrón oro para garantizar los depósitos de los terceros en bancos.
J.B. Alberdi, denomino a dichos pesos nacionales moneda papel, hasta que las maniobras de la impresión de papel los convirtieron en papel moneda y luego papel pintado de colores como lo llamaba mi abuelo Mariano Bugallo Acosta.


Durante 130 años este esquema fue el que impero en la Argentina.
Hasta que se paralizaron las importaciones debido a la primera guerra mundial. Lo cual, trajo el desarrollo incipiente de la economía industrial. Con lo cual se inician la creación de gravámenes de las actividades internas.
Desde la creación de la Argentina en 1810 hasta la creación de Banco central de la república argentina en 1935 gobierno de Agustín Pedro Justo, los bancos se financiaron con el ingreso de los capitales del exterior y los que se fueron creando en el mercado interno y de las operaciones internacionales.
En aquellos tiempos los capitales que venían a los bancos cuando se producían las crisis no los cobraban más.
Posteriormente pese a la creación del BCRA, los capitales golondrinas se los llevaron en dólares a través de los bancos al exterior.
El principio del peligro de la utilización de fondos externos que se prestan a los irresponsables especuladores fue bien definido por Alberdi.
“Como esa razón falta al que gasta lo ajeno, es decir lo que otro ha ahorrado por su pena y su trabajo, no se tiene igual sentimiento en gastar lo ajeno que lo propio”
Pero, con el paso del tiempo la plata fácil se gano por muchos con la especulación.
La especulación que pasó de los buffets o negocios escondidos a las financieras y entidades públicas. O cuando, la especulación fue formalizada por las instituciones que debían cercenar este tipo de negocio.
En épocas no muy lejanas, para comprar títulos y acciones a plazo, se requería un previo depósito de efectivo o valores que dificultaban las transacciones de dicho tipo. Con el paso del tiempo se fueron anulando las exigencias de los fondos de caución para la especulación en las bolsas.

Desde la creación del BCRA, se utiliza dicha institución para la emisión centralizada de la moneda, acopiar las reservas internacionales, mantener el pago de los servicios de la deuda externa, regular las transferencia de ganancias, regalías, etc. al exterior. En general se lo utilizo para la regulación de los desequilibrios monetarios, financieros, cambiarios y bancarios. Con el fin de dar estabilidad al régimen bancario.

Durante el primer gobierno de Perón en 1946 se nacionaliza la banca en todas sus operaciones con el fin de evitar las operaciones especulativas y promover el desarrollo empresario hacia las empresas privadas y de los planes del Estado. O sea que los depósitos recibidos de terceros privados son depositados en los bancos por cuenta y orden del BCRA.
El BCRA, define la política de remuneración de los depósitos recibidos de terceros y fija los planes de créditos de cartera general, hipotecario, prendario, etc. con cuotas y montos por zonas del país.
O sea que la renta financiera de las actividades bancarias es absorbida por el Estado. Esto significa que la renta bancaria sirve como ingreso nacional que tiene como efecto reducir el cobro de los impuestos nacionales. A la par que regula los montos de los préstamos por tipo de actividad que se desea desarrollar y la inversión en los proyectos nacionales planeados. El costo de la actividad bancaria y del sistema financiero argentino por cuenta y orden del BCRA, que pesaba en el PBI era del orden de 5%.
¿Cuánto cuesta hoy el costo de sistema bancario argentino y la financiación del deficit público del Estado?
Imposible de considerarlo porque desequilibra el resultado del presupuesto nacional primario y secundarios y terciario si lo hubiera.
Este proceso y manejo de la renta financiera bancaria dura desde 1945 hasta 1957, cuando asume el gobierno el doctor Arturo Frondizi. Durante los años 1955, 1956 y parte del 1957 ningún gobierno militar se animo a cambiar el sistema instaurado en 1946.

El P.E durante el gobierno de Frondizi, modifica el sistema bancario y devuelve el manejo de los fondos a los bancos privados que se les había retirado en 1946. Con lo cual el sistema bancario privado administra los fondos de terceros que se depositan en los bancos y formula la política de préstamos comerciales y de promoción acorde a los criterios de la banca privada. En dicho proceso se reciben capitales del exterior para financiar el desarrollo petrolero nacional. Que surge de las ganancias derivadas del aumento de la producción por la extracción petrolera privadas y de YPF. En especial se reciben divisas del exterior por el aumento de las exportaciones argentinas y la merma del uso de divisas del petróleo que era importado en gran parte del exterior.
Pero, el manejo de la banca y sus ganancias son de la función privada a partir de la modificación del sistema bancario nacional citado.
Este camino sigue durante años bajo la legislación del BCRA sobre dichas condiciones.
El proceso cambia desde el año 1973 en adelante por la inflación mundial que requiere el financiamiento del Estado en deficit permanente.
Este es bancado por el incremento de los impuestos como el IVA con un tasa del 13 % en 1975 y el crédito público y la deuda internacional creciente. Como la creación continua de impuestos nacionales y provinciales. No menos rezagadas se gestan tasas municipales que son impuestos a la actividad de los municipios.
En las postrimerías de 1975 se inicia el descalabro de la economía argentina y la inflación se convierte en virulenta con lo cual el Estado nacional se financia en su casi totalidad con la toma de capitales nacionales en pesos indexados por el título denominado VANA y los BID para los que querían colocar sus fondos con ajuste dólar.
De esta manera los fondos bancarios en su gran mayoría (excepto los que se requerían para emitir cheques) para generar la mecánica de los voladores se pasan al Estado.
De este juego nacen perdedores y ganadores.
En dicha circunstancia las ganancias de la banca privada por la administración de los fondos de terceros debido a su reducción del volumen hacen que la banca no sea un súper negocio de la intermediación con el capital ajeno.
Este proceso continua por varios años posteriormente.

En la asunción de la Revolución argentina de 1976, se fija por Martínez de Hoz, la necesidad de devolver la administración de los fondos de terceros a la Banca.
Para ello, se sanciona una nueva ley de Entidades financieras (1977), para la devolución del manejo de los fondos de terceros en los bancos por la banca privada. Con el fin de una inserción de la banca nacional en un proceso de globalización financiera.
En razón de la falta de financiación del exterior y la necesidad de devolver la administración eficiente de los fondos a los administradores naturales que eran los bancos.
Para, ello se produce el rescate de los títulos VANA que se logra mediante la emisión de pesos y se trasladan a los depósito de la banca nacional del Estado. Como los privados que reciben los pesos por la recompra de los títulos públicos (VANA en su casi totalidad). Los cuales se depositan en los bancos privados debido a la necesidad de reconstituir los capitales para hacer los negocios de intermediación bancaria.
Se logra de esta forma devolver los fondos a los bancos privados que eran los que debían según el plan administrar con racionalidad los fondos de terceros.
El camino se logra mediante la oferta de plazos fijos a tasas altísimas ofrecidas por la banca privada a seis meses con lo cual los depósitos pasan nuevamente a la administración de la banca privada. O muchos fondos se transfieren a los bancos nacionales que alivia la merma de la recaudación de los impuestos que se indexan o se les crea tasas de interés y resarcitorio reales.
Este proceso continua hasta el año 1992 en que se modifica la Carta orgánica del BCRA para adecuar sus funciones al proceso de una nueva política económica denominada convertibilidad. .
Pero, debiendo entender que durante dicho periodo hubo una apropiación de los fondos de terceros durante el gobierno de C. Menen que se quedo con los fondos debido a la falta de imposibilidad de devolverlos dado su licuación por la inflación.

En 1998 se produce una crisis por agotamiento de la paridad fija del peso igual a un dólar en un proceso inflacionario que no tiene relación interna con la cambiaria internacional.
En 2002 se genera un proceso de flexibilidad en el que el BCRA, genera operaciones para realizar mediante políticas de mercado abierto nuevas operaciones flexibles de emisión monetaria y cambiaria.
Durante el gobierno del presidente E. Duhalde se renegocian judicialmente las devoluciones de los fondos que parcialmente pasan a convertirse en dólares o plazos fijos pero a valores de un tercio de su valor original. Los cuales vuelven al circuito bancario, para bancario o se retiran del mercado argentino

Hasta que la estabilidad de la economía de Carlos Kirchner 2012, con sus tres equilibrios fiscal, monetario y de la balanza comercial que devuelven la estabilidad economica y bancaria argentina.
El proceso de la desestabilización del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner todos los conocen.
Pero, lo significativo es la desvalorización de la monead argentina desde la asunción de Macri hasta la entrega del gobierno n 2019. Que tiene una devaluación de la moneda que llega al 500%.

En dicho periodo, la financiación del deficit estatal se logra mediante el endeudamiento de los capitales del exterior con tasas cercanas al 10 % en dólares dado que se sostiene por algunos funcionarios que el mercado externo tenía una capacidad casi infinita de capitales disponibles.
Pero, los hechos no son así. Los capitales denominados golondrinas por Alberdi, se retiran y la especulación se torna insostenible y la inflación se desata.
Con lo cual los capitales golondrinas se retiran y se llevan los dólares disponibles en la reserva de los bancos y del BCRA.
La administración de los capitales golondrinas y los locales son realizadas por la banca local que era eficiente según los parámetros del FMI.
Incluso, para evitar las descomunales presiones sobre los fondos bancarios se recurre al FMI, quien provee un crédito de 30.000 millones de dólares para amenguar la disparada del tipo de cambio y estabilizar la economía argentina. Pero, en el camino de las bandas de cambio que se fijan para aminorar la especulación y actuar el BCRA entre tipo vendedor y comprador (verdaderas avenidas tipo Nueve de Julio de CABA en la cotización de la moneda extranjera. Se llega a la especulación y retiro de todos los fondos disponibles sin freno de los bancos y el propio BCRA que se agota en ventas de mercado abierto para frenar las devaluaciones constantes.
Los especuladores se llevan todo lo que ingresaron. Incluso los casi 30.000 millones que se trajeron para regularizar la economía bancaria argentina aportados por el FMI.
Hasta llegar a la asunción de un nuevo gobierno en condiciones de default titulado de reperfilamiento de la deuda externa.
Donde, comienza al era de un nuevo presidente argentino… El doctor Alberto Fernández. Quien asume signado por las amenazas de default por no pago de las deudas que empezaron a caer en fines de 2019 y las de 2020. Los cuales son impagables con los recursos de las exportaciones argentinas.
Pero, la presión internacional de los acreedores volvió con amenazas de ejecutar la deuda.
La desgracia del Cornavirus internacional, ha reblandecido las pretensiones de los fondos de préstamos internacionales que no pueden accionar ante la emergencia internacional. La cual es avalada por el G2O, la ONU y los bancos como el Mundial y el Interamericano.

Ahora, en plena crisis del 2020 la banca privada dispone los capitales privados de terceros ante el cierre de la actividad decretada por el gobierno argentino. En una emergencia de parálisis de la economía casi total de la argentina.
Las necesidades de fondos para atender la crisis solo se pueden realizar mediante la emisión y el uso de los depósitos en los bancos privados y los efectivos mínimos.
Los fondos quedan congelados en la banca, las bolsas, los mercados abiertos y las financieras.
La banca en esta situación discute con el gobierno argentino en oposición a la no financiación abierta de las necesidades de fondos con tasas mínimas dado la situación de crisis argentina. El planteo es la tasa del 24 % anual, para la asistencia de la emergencia. Para el pago de los salarios caídos de las empresas sin actividad y la asistencia de las empresas en default. El Estado desea que dicha tasas no sea de dicho tenor.
¿Pero, quien tiene los fondos de los depositantes argentinos? Como se financiará el proceso cuando se libere la actividad de los bancos al público.
Bueno, la conclusión es que no dejemos de pensar que los fondos depositados en los bancos privados no son de los bancos. Sino de los dueños de los mismos.
Lo único propio de los accionistas de los bancos es el capital mínimo que regula el BCRA para crear una nueva entidad.
Ahora, debemos pensar que la ganancia bancaria es una concesión para ganar renta que otorga el BCRA a determinadas organizaciones de las actividades del sector bancario.
El negocio de la banca es ganar sobre los depósitos en cuentas corrientes y cajas de ahorro que no representa más que una tasa negativa en consideración de los gastos. O la ganancia que surge por diferencia entre las tasas pasivas que se pagan los colocadores de préstamos a los bancos y la tasa activa que se les cobran a las empresas y los fondos que se le otorgan al Estado. En algunos casos mediante casi compulsión por el desesperado deficitario crónico. El margen de estas operaciones fue y constituye un negocio inigualable en el mundo financiero. En pesos, porque en dólares lo logro licuarse durante el gobierno de Cambiemos por la altísima devaluación del 500 %.
En la actualidad hasta parte de los efectivos mínimos han sido tomados por el Estado para financiar sus déficits del erario público.
Este negocio en caso de emergencia debe ser cuidadosamente administrado según los principios sanos de la práctica bancaria y la ortodoxia económica. Más deberíamos pensar que en momentos de alta crisis los fondos de los terceros depositados en bancos son la base necesaria para afrontar las crisis como siempre ocurrió.
En especial en una situación de pandemia económica.
Donde los fondos de los bancos deben ser volcados para la financiación de un estado de emergencia como el mismo FMI, le recomendó al presidente de la republica argentina.
Hoy esta en danza donde el gobierno nacional con criterio social ha de financiar a los más desprotegidos con los fondos fiscales. Pero, se necesitan más fondos para la financiación de los salarios y los beneficios sociales en blanco. Mañana, las necesidades de la rotura de la cadena de pagos y en poco tiempo la ruptura general del orden económico generalizado requerirán más fondos. Todos, están atentos a las nuevas políticas que se adopten.
Según, el tiempo que dure la cuarentena empresaria y de la actividad real y financiera.
¿La pregunta radica en que no sabemos si los fondos de terceros serán para que la banca gane por administración de la renta bancaria en una situación de emergencia nacional? O se deberían volver a financiar el recupero de una crisis generalizada de la economía Argentina con la utilización de los fondos de terceros depositados en los bancos.
Los antecedentes de los avatares de la situación y desenvolvimiento del sistema bancario en forma sintética se los explique con mis limitaciones. Pero, la forma de bancarizar o no con los fondos de los terceros las necesidades de más fondos para la crisis que se avecina en forma global tiene dos caminos:
Generar ganancias para la banca arriba de la inflación proyectada y con un proceso de congelamiento de los precios básicos de la supervivencia de la población
O financiar mediante los depósitos que tienen los bancos para la financiación del resultado de la pandemia epidemiológica actual y de la necesaria recuperación económica que resulten de la veda económica.
Es un buen momento de crisis donde es procedente tomar decisiones. ¿Cuáles?
Le agradezco su atención. Espero que cada uno saque sus propias conclusiones.
No deseo influir de ningún modo en nadie ni en nada respecto a la opinión de ambas disyuntivas a tomar.
Nuestros legisladores deberán tomar la decisión sobre un tema de orden constitucional acorde al mandato popular que ejercen con el PEN.
